14.5.09

hola claridad, hola sentimientos

Una noche sin música puede ayudar a aclarar los sentimientos. Todos los días subo esas escaleras y todos los días las bajo, aunque a veces también tome el ascensor y me arregle un poco antes de entrar. Pueden pasar meses, incluso años, pero ese momento siempre llega. ¿Qué hago acá? ¿Por qué vine? ¿A quién le importa? No creo que estemos viejos. De verdad, no lo creo. Pero sí noto que me cuesta más recuperarme. Olvidarme del cansancio. Aunque pasen meses, incluso años, y ese momento de cuestionamiento otra vez me llegue. Por la tele pasan el partido de Pico Mónaco y, como pocas veces, me importa que gane. No es algo que me suceda seguido. El deporte de alta competición no me interesa, salvo que haya otra cosa en juego. Una amistad. Una promesa. Un amor. No es tan dificil. Si está eso, me importa. Sino, no. La pasé bien esa noche, en la terraza, que estábamos en ronda, y ustedes hablaban de las reuniones de jardín y de cómo muchos padres -no todos, pero sí muchos- tendían a pensar que sus hijos eran unos genios. Los vi amigos, además de compañeros y escritores, y eso me reconfortó. Me reí con esas escenas y esos diálogos. Abajo se cocinaba algo importante. Pero durante un largo rato nos mantuvimos ahí, como olvidados. La cerveza fría en el porrón de vidrio. Una noche nada más, una noche era la idea, en la terraza, en el centro cultural. Pero al final pasa lo de siempre: viene un Steve Earle, una Lucinda Williams, un Bonnie Prince Billy y ya entendemos un poco más. Hola claridad, hola sentimientos. Si no es con vos es peor.

6.5.09

más idea vilariño

Entonces
todo se vino
y cuando vino
y
me quedé inmovil

tú te quedaste inmovil
lo dejaste saltar
quejándote seis veces.
Seis.
Y no sabés qué hermoso.

----

A nadie
oíme
a nadie
nunca
jamás
aunque no sea de verdad
aunque lo sea.
A nadie
oíme
a nadie.

----

Si acaso estás jugando
si llevaste el juego hasta ese punto
porque yo no aceptaba nada menos
bueno
juego
me gusta
sigo
quiero.
No podría jurar que yo hago más.

----

Tomo tu amor
y qué
te doy mi amor
y qué
tendremos tardes noches
embriagueces
veranos
todo el placer
toda la dicha
toda la ternura.
Y qué.
Siempre estará faltando
la honda mentira
el siempre.

2.5.09

idea vilariño

La conocí hace unos años de boca en boca. Uno de esos momentos en que alguien te frena y te dice: pará, escuchá esto. Y a partir de ese momento te vuelve repentino fanático del autor en cuestión. Me pasó con Tom Waits, con Henry Miller y también con Idea Vilariño.

Al principio me costó conseguir cosas de ella. Incluso información. No daba reportajes ni tenía demasiado predicamento en los circulos literarios (aunque sí respeto, porque nunca había sido famosa). Su vida y obra era casi un misterio. Pero un día conseguí un librito de ella en un libreria de saldo cerca de la estación Barrancas. Y desde ese momento yo también pude cumplir con mi parte de la transmisión. Leer a otros esta mujer que también los haría devotos. Lo recité mucho a ese librito. Lo regalé a muchos amigos y conocidos. Me fascinaban de ella la sinceridad, la parquedad, la manera cortante de decir el amor, porque parecía que se le iba la vida en cada poema que hacía.

Esta semana me enteré que murió. Y como siempre, no hubo mucho de qué agarrarse, salvo sus poemas. Va acá mi recuerdo, Idea. Ojalá que estés bien.

----

No sos mío
no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantás
ni vivís para mí.

Somos ajenos

y yo misma
y mi casa.

Sos un extraño
un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.

Qué puedo hacer
cedértela
pero yo vivo sola.

------

Porque sí
porque es él
porque alienta y sonríe
y está vivo y parece
intocable y eterno
porque no tiene miedo
porque nunca se olvida
porque es
porque sí
porque se va morir.

------

Aquí
lejos
te borro.
Estás borrado.