Ahora bien, no considero que por el hecho de estar desde antes (y ser reconocidos) nos habilite el derecho a patalear y a exigir nuestra continuidad en una radio pública. todo lo contrario. es de total legitimidad del futuro nuevo director de la radio poner la programación que quiera y como quiera, respetando obviamente a quienes están en planta y cuidando aquellos laburantes de producción y asistentes de todo tipo que vienen siendo parte técnica y humana de la radio y merecen tener continuidad
No pienso lo mismo respecto a las caras visibles de los distintos programas (incluido yo, como pequeña voz del fin de semana dentro de La hora pulenta, expresión radial del Festipulenta), así como de los distintos periodistas, columnistas, conductores y co-conductores cuyos contratos vencían hoy 31 de diciembre y son los que le dan un perfil y una identidad a la emisora que es potestad por parte de la nueva dirección cambiar.
Creo que las caras visibles no tenemos derecho de exigir y reclamar continuidad ni de victimizarnos como si nos estuvieran echando cuando la realidad es que se nos venció un contrato y el nuevo director tienen todo el derecho a no renovarlo.
El deseo, por supuesto, es que las muchísimas cosas que se hicieron hasta ahora muy bien en nacional rock (en gran parte, mérito de la última dirección de la radio) se mantengan e incluso se aprovechen para mejor. y si mañana algunos de los programa que existieron hasta ahora, se mantiene, estaré muy feliz por mi colegas refrendados, por los oyentes y por las bandas.
Como comento cada vez que puedo, creo que hay una movida creciente de bandas y artistas del under que es vital y auténtica y que todavía tienen mucho para dar y explotar. en ese sentido, nacional rock es una emisora ideal para darle cabida a esa movida y alimentarla aún más.
Ojalá que así sea.
Feliz año a los oyentes de La hora pulenta que hayan leído estas líneas y, bueno, a mis amigos también.
Y millones de gracias de nuevo por los deseos de continuidad. significa que con mi amigo y compañero Nico Lantos hemos hecho las cosas bastante bien.
