19.7.15

Los años que nos hicimos amigos

Florencia Angilletta del siempre interesante Suple Ni A Palos me hizo algunas preguntas sobre la amistad, el rock, internet y estos años que vivimos. Acá la muy buena nota. Y acá las respuestas completas

--¿Cómo nació Cosas Pulenta -Festipulenta, La hora Pulenta-? ¿Qué rol ha ocupado la amistad y la afinidad entre los organizadores, con las distintas bandas y asistentes a la hora de sostenerlo, en sus distintas formas, durante todos estos años? ¿Qué canciones o bandas te parecen una oda a la amistad?

--Sí. Como ya contamos otras veces, el Festipulenta nació de una necesidad: la de darle lugar en un contexto copado a un montón de bandas que en ese momento (2007-2008) no estaban recibiendo demasiada cabida. Hoy por suerte el panorama es distinto. La hora pulenta es producto de la buena recepción que estuvo el festival y del interés de Nacional Rock por darle lugar en su programación dedicada al rock argentino independiente

Qué bueno que relaciones al Festi con estos temas porque la amistad tiene mucho que ver en su gestación, empezando porque con Nico Lantos (co-organizador del Festi) nos conocemos de cuando hacíamos el taller de Paszkowski a fines de los 90 y comentábamos los comics que estábamos leyendo. En ese momento todavía no éramos amigos, pero ya nos pasarnos horas charlando sobre diferentes cosas que nos sucedían. El Festipulenta, por otro lado, sin duda fue y es un espacio muy amiguero donde bandas que hasta ese momento no se conocían o no tenían trato se hicieron compinches como Fútbol y El Perrodiablo (o los chicos de El Perro y Go-Neko! o Bestia Bebé), Antolín y Hernán Martínez, Eté y Miro y así. El espacio de la feria, por otra parte, ha sido cuna de grandes amistades o de grandes proyectos (que es masomenos lo mismo) y nosotros mismos (los organizadores) hemos conocido gente que nunca nos cansamos de abrazar como la fotógrafa Nat Motorizada, los chicos de Arte Zeta, los amigos de Nulú Bonsai, La Libre y tantos otros.

La amistad, en conclusión, fue fundamental para el Festipulenta. Tanto en su origen como en su consecuencia. Muchas obstáculos organizativos o imprevistos de último minuto los sorteamos gracias a la ayuda de los amigos que fueron surgiendo en la comunidad del Festi. Y mucha de la alegría que tenemos luego de cada edición es por ver que nuestros amigos que hicimos ahí la pasaron muy bien.

Canciones de alguna manera relacionadas con el Festipulenta que le cantan a la amistad hay muchas: pienso en varias de los 107 Faunos, Valentín y los Volcanes, La Ola, El Mató, Antolín y Bestia Bebé.

--¿Considerás que en los últimos años -con la influencia de las nuevas tecnologías y los cambios post 2003- se han abierto nuevas formas de amistad? En esta línea, ¿cuáles te parecen que pueden ser, en particular, las potencias de los proyectos entre amigos como el de ustedes?

La amistad, en sí, me parece la misma antes y después de internet. Aunque las nuevas tecnologías alumbraron nuevas maneras de concretar amistades, eso es seguro. Muchos proyectos que antes necesitaban una sociabilidad más "corpórea", de verse las caras, hoy nacen en las redes sociales y sin necesidad de ser "amigos de antes". Eso tiene de bueno que hace mucho más sencillo conectar para un proyecto en común y enfocarse en eso, en lo que te une. La potencia que le veo a ese tipo de proyectos (e incluyo al Festipulenta, que si bien nace de una amistad previa de Nico y mía, pero se nutrió siempre de las redes sociales y de los amigos que también aparecieron por ahí) es que están sostenidas en entusiasmos muy frescos; epifanías de una noche en twitter o facebook que luego (si hay constancia, ganas e inteligencia para resolver problemas) se vuelven realidad y cargan con la fuerza de lo afín. Y eso suele bastante irresistible.

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